Ardour, Blender, Inkscape y Gimp: las ventajas de matar moscas a cañonazos

📆 25 de mayo de 2020

Grabar un audio con Ardour, editar un vídeo con Blender o diseñar formas sencillas con Inkscape puede parecer como matar moscas a cañonazos.

Es verdad que hay herramientas más sencillas que nos permiten hacer esas mismas tares y que la curva de aprendizaje quizás no compense. Y podría ser cierto si tuvieses la seguridad de que nunca vas a necesitar algo más. Pero el caso es que como la COVID-19 nos ha enseñado, no siempre podemos confiar en que las cosas sean de una misma forma. De repente, ha sido necesario tirar de recursos propios y creatividad para empezar a afrontar la docencia online que se nos vino encima.

En mi caso, con las herramientas multimedia pasa un poco lo mismo que con LaTeX y el procesado de textos. Ningún día me arrepiento del tiempo que he pasado aprendiendo y mejorando en LaTeX. Ahora puedo crear documentos complejos en un abrir y cerrar de ojos, sin tener que preocuparme de lidiar con los caprichos de los procesadores de texto.

Ahora que he tenido que editar varios vídeos de clases y empezar a crear más temas para mis alumnos conocer como funcionaban esas herramientas me ha venido de perlas.

Blender

Aunque el editor de vídeo de Blender no es un producto finalizado permite hacer cosas realmente interesantes. Además, dispones de todo el potencial de los diseños 3D, que puedes incluir llegado el caso.

Editar un vídeo, añadir una pista de audio para que suene de fondo, unos fades de entrada o salida y unos pocos títulos es algo que con un poco de práctica dominas en una horita. Por otra parte, está optimizado para usar el teclado y es sencillo hacer todas estas operaciones sin casi tocar el ratón. Eso se traduce en un flujo de trabajo rápido.

Ardour

Ardour permite un control del sonido exquisito, con todos los complementos necesarios para crear un proyecto musical o una narración de un vídeo de forma profesional. Cortar, nivelar volúmenes o añadir compresión al audio se hace casi sin esfuerzo.

Además, integra la edición de pistas MIDI, lo que lo hace especialmente interesante para componer esas pistas de audio de creación propia que luego puedes añadir a tus vídeos. Hazme caso, todos llevamos un pequeño músico en el interior y Ardour puede sacar el tuyo.

Es muy frecuente que te recomienden empezar por Audacity pero, si no tienes pereza, invertir tiempo en Ardour puede ser muy conveniente.

Inkscape

El caso de Inkscape es especial. Hay gente que hace auténticas maravillas con las figuras de PowerPoint o incluso Word, pero trabajar con gráficos vectoriales aporta un extra de calidad difícilmente igualable. Los ficheros vectoriales permiten redimensionarlos sin pérdida de calidad, todos hemos tenido la experiencia de utilizar imágenes bajadas de internet que al incluirlas en un archivo de texto e imprimirlo mostraban unos píxeles como puños. Sin embargo, los SVG que podemos encontrar en internet, por ejemplo en Wikipedia, se pueden editar y adaptar sin que la calidad disminuya.

Además, las figuras de Inkscape se pueden exportar a ficheros PDF o PNG. El caso de PNG es muy interesante porque permite aprovechar el canal de transparencia y utilizarlas como máscaras o títulos en Blender.

GIMP

De GIMP solo puedo decir que me ha sacado de tantos apuros durante los más de 20 años que lo llevo utilizando que no lo cambiaría por nada, y eso que hay otras muy buenas opciones en Linux. Cada vez que veo a compañeros haciendo collages o tirando de típex para retocar una imagen me dan los siete males.

GIMP no es Photoshop ni necesita serlo pero te da un repertorio de herramientas impresionante para el retoque digital. Un plus de GIMP es que al ser un proyecto con una trayectoria tan amplia la cantidad de tutoriales en texto o en vídeo es apabullante. Es difícil que no encuentres cómo hacer cualquier cosa que te propongas si sabes utilizar un buscador.

Conclusión

Ninguno de estos programas es fácil de usar pero con un par de tutoriales bien escogidos puedes coger soltura. Añadir mejoras al flujo de trabajo es cuestión de un uso frecuente y cuando se presenta la necesidad, entonces puedes aprovechar realmente todo lo que has ido aprendiendo, sin necesidad de ir con prisas a la búsqueda de un software que te solucione la papeleta porque lo que utilizabas normalmente no da la talla.

Por eso mi recomendación es la de utilizar de forma rutinaria programas capaces de lo fácil y lo complicado. Por supuesto esta recomendación se basa en la utilización de software libre, que podemos adquirir sin un desembolso económico. Cuando necesitas pagar por ese software entonces sí es recomendable analizar realmente las necesidades de uso y calibrar hasta qué punto merece la pena adquirir algo que se ajuste o que tenga más prestaciones de las necesarias. Por ejemplo, si solo quiero editar las fotos de las vacaciones no adquiriría Photoshop, por muy capaz que sea, ya que para eso hay opciones más económicas que cumplen igual de bien.

Por supuesto, en la vida real tampoco recomiendo ir sobrado por si las moscas. No parece sensato comprarte una furgoneta por si alguna vez necesitas llevar mucha carga. Siempre hay soluciones alternativas, pero eso ya lo sabéis.

Un saludo.

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