LEGO hidden side. Se mira pero no se toca
Para los que hayan crecido jugando con LEGO, o Tente en caso de los más mayorcitos, las tendencias actuales de la marca de bloques de construcción ya empezaban a distanciarse claramente de lo que uno recordaba. Que te regalaran un Tente significaba que podías pasar horas y horas montando y deconstruyendo los modelos que aparecían en la cajeta.
Con el auge de los videojuegos LEGO se vió forzada a reimaginarse. Hicieron aparición los sets dominados por personajes de sagas cinematográficas. Lo que fue en su día una tabla de salvación, sin embargo, invita a los niños a recrear la imagen de la caja y jugar con los sets sin volver a desmontar una sola pieza. Lo que a edades tempranas resulta prácticamente imposible. La posibilidad de perder piezas por el camino y la dificultad de volver a montarlo correctamente, que por algo viene acompañado de un libro de instrucciones de montaje digno del mismísimo IKEA, hace que muchas veces estos sets queden relegados a la repisa de los LEGO, algo así como un Hall of Fame en el que descansan acumulando polvo, porque hasta limpiarlos impone respeto.
No sé si eso ha tenido que ver algo con la aparición de la serie hidden side y su realidad aumentada, o es solo el hecho de intentar incluir con un calzador los bloques de construcción en el ambiente digital. El caso es que ahora es más que probable que ningún niño se atreva a crear algo totalmente diferente con su LEGO hidden side, ya que entonces, perdería la opción de la interactividad a través del teléfono o tablet. Es decir, que se ha pasado de un juego que presumía de estimular la creatividad a un juego en el que los niños son meros espectadores de la creatividad de la empresa.
No me parece un giro afortunado, en el sentido de la pérdida de oportunidad para seguir proporcionando horas de entretenimiento creando maravillas inacabadas. No descarto que esta serie tenga su público y acabe siendo muy exitosa, pero, por el bien de los niños, prefiero que no ocurra.
Un saludo.