Cascos inalámbricos, al final he caído
Siempre he sido defensor de no complicar las cosas innecesariamente, por eso me resistía, entre otras cosas, a utilizar cascos inalámbricos, ya que utilizar un cable para transmitir el sonido me parecía la opción más sencilla, segura y de calidad.
Tenía unos cascos de diadema de Sony, que me han durado más de 15 años, pero un par de semanas en manos de mis hijos y el cable murió, roto por el conector jack. Se podían arreglar, pero no tenía tiempo, por lo que opté por comprar unos nuevos cascos. Y en esas estaba cuando se presentó la ocasión de comprar unos cascos inalámbricos a un precio razonable.
Mis nuevos cascos
Se trata de unos auriculares de diadema, ya que los in-ear nunca me han convencido, ni siquiera en su versión alámbrica. Aparte de las ecualizaciones y que se pueda utilizar para hablar por teléfono, ya que tienen micrófono incluido, lo que me decidió fue que tienen la posibilidad de conectar un cable jack y funcionar como unos cascos convencionales, aunque estén apagados.
En su uso inalámbrico, la batería, que es lo que más me preocupaba, dura un montón, por lo menos para mi forma de usarlos, y aunque el bluetooth suele se de lo más imprevisible, la conectividad ha sido sencilla y fiable, tanto con mi teléfono como con el portátil con Debian.
La calidad del sonido es aceptable y el rango en el que funcionan sin entrecortarse la señal es suficiente para mí. Y esto último, es algo que sí valoro ahora de los cascos, la posibilidad de moverse sin tener que estar continuamente quitando y poniendo los auriculares.
Con respecto a la conexión en Debian 12, con pipewire y blueman no tengo ningún problema en cuanto ha calidad de sonido, aunque tampoco he probado todos los perfiles de audio posibles.
Desventajas de usar cascos inalámbricos
Como me temía, existe retardo en la señal, lo que es inevitable al tener que convertir la señal para poder llegar hasta los auriculares. Ese retardo, cuando uno escucha música, no molesta, pero cuando estás viendo vídeos, si se hace un poco molesta la pérdida de sincronía.
Otro punto en el que el retardo afecta más de lo soportable es cuando estás grabando o tocando la guitarra mientras procesas la señal. Esto, que ya de por sí trae aparejada latencia, se hace inviable si además toda esa señal tiene que ser manipulada para enviarla a los cascos, pero ahí es cuando la posibilidad de conectarlos directamente a través de un cable hace que este tipo de auriculares reúna lo mejor de ambos mundos.
Para terminar
La experiencia de uso está siendo buena, hasta la fecha. Falta saber cómo envejecerán, aunque supongo que no me durarán quince años. De hecho, una vez vencidas mis reticencias iniciales, me planteo incluso la posibilidad de comprar otros tipo in-ear, para ocasiones puntuales.
El mundo del audio está lleno de fetiches, sibaritismos y exquisiteces, por lo que los precios de unos auriculares pueden ir desde los pocos euros, hasta los cientos de euros, por eso no hablo aquí ni de precio ni de calidad objetiva, sino de practicidad.
Espero que te sirva de algo la experiencia, sobre todo si como yo, eres reacio a cierto tipo de tecnologías.